lunes, 17 de febrero de 2014

Manifiesto en "Fiesta por la Sanidad Pública en Callao"

Me dirijo a vosotros en nombre de los trabajadores y trabajadoras que prestamos nuestros servicios en el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid.
 
Como todos sabemos, el Presidente madrileño Ignacio González ha paralizado la privatización de los 6 hospitales, ha dimitido el hasta hace pocas fechas Consejero de Sanidad Javier Fernández Lasquetty y también ha sido cesada la viceconsejera de Asistencia Sanitaria Patricia Flores, la cual firmó un vergonzoso convenio de colaboración con la Cruz Roja por el que se le "cede" el servicio público de donación de sangre en las calles de Madrid. Una nueva privatización enmascarada bajo el prestigio de esta institución humanitaria, que jamás debería ser cómplice de la destrucción del sistema público de salud.
 
En nuestra lucha por evitar que este convenio siga adelante, los trabajadores y trabajadoras del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, nos hemos constituido en asamblea permanente y estamos encerrados en nuestro centro de trabajo desde el pasado día 3 de febrero. Llevamos ya 14 días exigiendo a la Comunidad de Madrid que de marcha atrás y deje sin efecto ese convenio que, en la práctica, nos priva de otro servicio público.
 
Desde la Consejería de Sanidad justifican este convenio alegando que existe duplicidad en la actividad de las dos instituciones. A nosotros, y suponemos que a todos los ciudadanos, nos gustaría saber que entienden por duplicidad.
En Madrid, hasta hoy se le ha permitido a Cruz Roja (por razones nunca explicadas) dedicarse a la extracción, procesamiento y distribución de sangre de los hospitales privados. Cuando era necesario, y dentro de un acuerdo de colaboración, aportaba al Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid en torno al 10% del total de la sangre distribuida por éste.
 
¿Es a esto a lo que llaman duplicidad? ¿A que el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid obtenga el 90% de la sangre procesada y distribuida a hospitales públicos en tanto que el otro firmante aporta sólo el 10%? El sentido común, junto con las matemáticas básicas, nos enseñan que esto no es de ninguna manera duplicidad. Podemos hablar de colaboración, pero no de duplicidad. Y podemos también cuestionar si esa colaboración es necesaria y su elevado coste económico justificado, teniendo en cuenta que el CTCM cuenta con infraestructura y capacidad suficientes para obtener el 100% de la sangre que se distribuye a la Red Pública de Hospitales.
 
En cualquier caso, parece lógico pensar que el proceso natural para evitar esa supuesta duplicidad, habría sido que el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid absorbiera la labor, anacrónica, que hacía Cruz Roja en nuestra comunidad. No al revés. La absoluta falta de transparencia impide
que sepamos qué beneficio estaba extrayendo Cruz Roja hasta ahora y qué beneficio extraerá cuando caiga en sus manos toda la sangre donada en las unidades móviles de la calle.
 
Sí sabemos que la labor del CTCM, así como la del resto de trabajadores de la red pública sanitaria que se ocupan de la donación, recibió la distinción del Merito Nacional 2010 por parte de la Federación Española de Donantes, y con motivo de su participación en la atención de las víctimas del 11M, el CTCM recibió la Medalla de Honor de Madrid.
 
También sabemos que, en una primera fase que se inicia el día 1 de marzo, la Cruz Roja se le van a ceder gratuitamente 3 autobuses y una furgoneta totalmente equipados para la donación de sangre que hemos pagado todos nosotros. Se le va a facilitar todo el material necesario para la extracción, almacenamiento y transporte de la sangre obtenida gracias a la generosidad y el altruismo de los donantes. Los únicos realmente solidarios en todo este proceso. Y, por si eso no fuera suficiente, la Comunidad de Madrid también le va a pagar la nada despreciable cantidad de 67€ por cada bolsa de sangre aportada al Centro de Transfusión.
 
Si tenemos en cuenta que en el convenio se habla de hasta 140.000 bolsas de sangre al año, estaríamos hablando de más de nueve millones trescientos mil euros anuales que se añaden al coste de todos los materiales y equipos antes mencionados. Todo ello nos hace sospechar que estamos ante una operación económica efectuada a espaldas de la Ley de Contratos del Sector Público.
 
Hace unos días, la D.G. de RR.HH. ha firmado con nuestros representantes sindicales un acuerdo por el cual no se producirán despidos y únicamente 17 trabajadores del Centro serán desplazados al Hospital de la Princesa o a otras Consejerías. Sin embargo, ellos y nosotros sabemos que ese no el objetivo principal de nuestras reivindicaciones.
 
Aquí estamos y seguimos luchando por aquello en lo que realmente creemos: que la donación de sangre sea 100% pública y por evitar que se privatice un servicio público, eficiente y de calidad, con 25 años de trayectoria impecable por parte del Centro de Transfusión.
 
Muchas gracias.

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