A falta de 25 días para que la
Cruz Roja se lucre con la sangre de los madrileños, los trabajadores del Centro de Transfusión de la Comunidad de
Madrid hemos decidido encerrarnos y dar a conocer a todo el mundo la verdad de
nuestra situación.
Todo comenzó con la firma del mal
llamado ¨convenio de colaboración¨ por
el que la Cruz Roja se hará cargo de las
donaciones de sangre en la calle a cambio
de 67 euros por bolsa de sangre. Ante la
sorpresa de los que aquí trabajamos, el gobierno del Sr. González se empeñaba una vez más en
desmantelar un servicio sanitario público y de calidad con la excusa de de la duplicidad y de la solidaridad. Bajo este “motivo de peso” se esconde una
política de privacidad y de recorte de gasto público en sanidad, propios del partido político que nos gobierna. Empeñados
en convencer a todos y todas de que esto es lo mejor, han actuado en todo
momento sin contar con los trabajadores y lo que es peor ocultándoles la
información básica de dicho convenio. A
pesar de solicitarlo en varias ocasiones por los cauces reglamentarios tanto
desde esta Asociación como desde las secciones sindicales, han dado la callada por respuesta o lo
que se conoce como Silencio
Administrativo.
No sabemos si por prepotencia o por miedo a que nosotros y todo el resto de los ciudadanos sepan la verdad que se esconde tras este acuerdo. Lo primero, y lo más significativo es que de todas las fórmulas legales posibles para hacerlo han elegido la menos “llamativa” y la más unilateral “convenio” pensando quizá que esa era a ojos de la opinión pública la menos comprometedora. Porque lo habitual de este tipo de acciones es hacerlo en la modalidad de Concurso Público abriendo un plazo para que las distintas empresas interesadas presenten sus ofertas y opten a hacerse con un suculento contrato con la Administración. Como ocurrió con los 6 hospitales que querían privatizar y que afortunadamente y gracias al esfuerzo de muchos se ha paralizado.
No sabemos si por prepotencia o por miedo a que nosotros y todo el resto de los ciudadanos sepan la verdad que se esconde tras este acuerdo. Lo primero, y lo más significativo es que de todas las fórmulas legales posibles para hacerlo han elegido la menos “llamativa” y la más unilateral “convenio” pensando quizá que esa era a ojos de la opinión pública la menos comprometedora. Porque lo habitual de este tipo de acciones es hacerlo en la modalidad de Concurso Público abriendo un plazo para que las distintas empresas interesadas presenten sus ofertas y opten a hacerse con un suculento contrato con la Administración. Como ocurrió con los 6 hospitales que querían privatizar y que afortunadamente y gracias al esfuerzo de muchos se ha paralizado.
Pero no, en este caso se optó por
el convenio, una forma unilateral en que la administración decide con quién
colaborar (la Cruz Roja), de qué
manera (por convenio), cuándo (el 1 de marzo) y cuánto pagar (9,6 millones de euros al año). Y esto es lo que sabemos de dicho
convenio porque en ningún momento han querido entregarlo ni publicarlo para
poder al menos efectuar las acciones legales oportunas al respecto, es decir
para poder defendernos. Cualquier ciudadano que lea estas líneas comprenderá la
desesperación de muchos trabajadores que ven como de repente y por una “decisión
política” sus puestos de trabajo desaparecen y el Centro de Transfusión de
sangre pasa de ser enteramente público a ser gestionado por una entidad que pública desde luego NO ES . Pero
lejos de rendirse, los trabajadores en su día a día y sin mermar su
profesionalidad, han compaginado su trabajo de atención al donante con la explicación de los que
estaba pasando: si la cruz roja se queda con los autobuses pagados con nuestros impuestos a partir del 1 de marzo, si cobrará a partir de ahora 67 euros por cada donación, si va a existir un registro único de
donantes, si muchos nos vamos a la calle ya otros nos trasladan
forzosamente,…en fin, lo que conlleva una privatización. Pues bien ante la avalancha de reclamaciones de los
donantes que no están dispuestos a que
se comercialice con su sangre y mucho
menos a que se desmantele otro servicio público en beneficio de unos pocos, la
dirección del Centro ha decidido pegar en los autobuses un cartel informativo
de dicho convenio, explicando las excelencias de dicho acuerdo. Excelencias, no
olvidemos para la Cruz Roja porque de esta firma es parece ser la única
beneficiaria. Y esa es toda la información a día de hoy que tenemos, porque el dichoso Convenio sigue sin aparecer.
Tras esto, los trabajadores en
Asamblea y democráticamente han decidido organizarse y contar al mundo lo que está ocurriendo en la Avd.
de la Democracia s/n (frente a Faunia),
por lo que desde aquí invitamos a
todo el que esté interesado a que se una
a nuestra protesta y nos ayude a difundir esta grave afrenta que los ciudadanos
sufrimos una vez más a manos de nuestros
gobernantes. Y es queda poco, muy poco tiempo para que la privatización
del centro de Transfusión de sangre, que este año celebra su 25 aniversario, el
mismo que recibió la medalla del mérito
por su profesionalidad y
altruismo, se haga definitivamente efectiva. No olviden esta fecha, el 1 de marzo será el día que en Madrid se
comercie con la sangre. Juntos podemos evitarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario