lunes, 3 de febrero de 2014

DIARIO DE UN ENCIERRO


A falta de 25 días para que la Cruz Roja se lucre con la sangre de los madrileños, los trabajadores del  Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid hemos decidido encerrarnos y dar a conocer a todo el mundo la verdad de nuestra situación.

Todo comenzó con la firma del mal llamado  ¨convenio de colaboración¨ por el que la Cruz Roja  se hará cargo de las donaciones de sangre en la  calle a cambio de  67 euros por bolsa de sangre. Ante la sorpresa de los que aquí trabajamos, el gobierno del  Sr. González se empeñaba una vez más en desmantelar un servicio sanitario público y de calidad  con la excusa de de la duplicidad  y de la solidaridad.  Bajo este “motivo de peso” se esconde una política de privacidad y de recorte de gasto público en sanidad, propios del  partido político que nos gobierna. Empeñados en convencer a todos y todas de que esto es lo mejor, han actuado en todo momento sin contar con los trabajadores y lo que es peor ocultándoles la información básica  de dicho convenio. A pesar de solicitarlo en varias ocasiones por los cauces reglamentarios tanto desde esta Asociación como desde las secciones sindicales,  han dado la callada por respuesta o lo que  se conoce como Silencio Administrativo.
No sabemos si por prepotencia o por miedo a que nosotros y todo el resto de los ciudadanos sepan la verdad que se esconde tras este acuerdo. Lo primero,  y lo más significativo es que de todas las fórmulas legales posibles para  hacerlo han elegido la menos “llamativa” y la más unilateral “convenio” pensando quizá que esa era a ojos de la opinión pública la menos comprometedora.  Porque lo  habitual de este tipo de acciones es hacerlo en la modalidad de  Concurso  Público abriendo un plazo para que las distintas empresas interesadas presenten sus ofertas y opten a hacerse con un suculento contrato con la Administración. Como ocurrió  con los 6 hospitales que querían privatizar y que afortunadamente y gracias al esfuerzo de muchos  se ha paralizado.

Pero no, en este caso se optó por el convenio, una forma unilateral en que la administración decide con quién colaborar (la Cruz Roja), de qué manera (por convenio), cuándo (el 1 de marzo)  y cuánto pagar (9,6 millones de euros al año). Y esto es lo que sabemos de dicho convenio porque en ningún momento han querido entregarlo ni publicarlo para poder al menos efectuar las acciones legales oportunas al respecto, es decir para poder defendernos. Cualquier ciudadano que lea estas líneas comprenderá la desesperación de muchos trabajadores que ven como de repente y por una “decisión política” sus puestos de trabajo desaparecen y el Centro de Transfusión de sangre pasa de ser enteramente público a ser gestionado por una  entidad que pública desde luego NO ES . Pero lejos de rendirse, los trabajadores en su día a día y sin mermar su profesionalidad, han compaginado su trabajo de atención  al donante con la explicación de los que estaba pasando: si la cruz roja se queda con los autobuses pagados con nuestros impuestos a partir del 1 de marzo, si cobrará a partir  de ahora 67 euros por cada donación, si va a existir un registro único de donantes, si  muchos nos vamos a la calle ya otros nos trasladan forzosamente,…en fin, lo que conlleva una privatización. Pues bien ante la avalancha de reclamaciones de los donantes  que no están dispuestos a que se  comercialice con su sangre y mucho menos a que se desmantele otro servicio público en beneficio de unos pocos, la dirección del Centro ha decidido pegar en los autobuses un cartel informativo de dicho convenio, explicando las excelencias de dicho acuerdo. Excelencias, no olvidemos para la Cruz Roja porque de esta firma es parece ser la única beneficiaria. Y esa es toda la información a día de  hoy que tenemos, porque el dichoso Convenio  sigue sin aparecer.

Tras esto, los trabajadores en Asamblea y democráticamente han decidido organizarse y contar al  mundo lo que está ocurriendo en la Avd. de  la Democracia s/n (frente a Faunia), por lo que desde aquí  invitamos a todo  el que esté interesado a que se una a nuestra protesta y nos ayude a difundir esta grave afrenta que los ciudadanos sufrimos una vez más a manos de nuestros  gobernantes. Y es queda poco, muy poco tiempo para que la privatización del centro de Transfusión de sangre, que este año celebra su 25 aniversario, el mismo que recibió la medalla del mérito  por su  profesionalidad y altruismo,  se haga definitivamente  efectiva. No olviden esta fecha, el 1 de marzo será el día que en Madrid se comercie con la sangre. Juntos podemos evitarlo.

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